viernes, 24 de abril de 2015

Nielsen, el candidato "huérfano" de Massa

"No me arrepiento en lo más mínimo. Siento que, en algún punto, encarar esta candidatura fue como volver a la Grad School", dice Guillermo Nielsen, para comparar su postulación a jefe de gobierno porteño con el doctorado en Economía que cursó en Boston hace 36 años. Para explicar la frase, el ex embajador en Alemania y responsable de diseñar el canje de la deuda en default, en 2005, se aparta del estilo flemático con el que impresiona de entrada. "Es que siento que me tengo que romper el traste las 24 horas", remata.
No la tuvo fácil Nielsen. Por un lado, porque su candidatura por el Frente Renovador (FR) fue decidida a último momento por Sergio Massa, que había tentado antes a otros candidatos propios e intentado alquimias que no prosperaron con Martín Lousteau, Graciela Ocaña y Fernando "Pino" Solanas.
También, porque la novela de la interna macrista terminó acaparando la agenda. Finalmente, porque Massa y buena parte del FR se mostraron poco con Nielsen y se interesaron más por la posibilidad de que la senadora Gabriela Michetti venza al delfín de Mauricio Macri, el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta.
"Entiendo a Sergio: él tiene que hacer campaña en 24 distritos", dice Nielsen, diplomático, y se envalentona: "Aparte, somos todos grandecitos. Personalmente, creo que a los porteños no les gusta que alguien le diga por quién tienen que votar".
Dato curioso: quienes conocen los vericuetos de la campaña porteña creen que a Nielsen le convendría una victoria de Larreta. ¿Por qué? Porque para las elecciones generales, podría disponer de buena parte de la estructura política y los fiscales de gremios y dirigentes cercanos a Massa, que hoy auxilian a Michetti.
Convencido de que superará el piso (del 1,5% de los votos) que establecen las PASO, cree que, a partir del lunes, sus chances crecerán. "Se va a terminar esta novela imbancable de Pro y vamos a poder discutir seriamente los problemas de los porteños", sostiene. "Hoy es imposible: llenaron de globos y empleados públicos las esquinas. El Macri de hace doce años diría que esta campaña «no es muy Pro»", ironiza.
Su campaña tampoco fue "muy Nielsen". Empezó martillando con dos temas en los que se mueve cómodo (la presión fiscal porteña y la necesidad de una educación de excelencia), pero terminó recibiendo mejores respuestas con sus propuestas contra la inseguridad.
¿La más polémica? "Hay que soltarle la mano a la policía. Controlarlos, para que no haya abusos, pero permitirles que puedan actuar sobre el merodeo y las interferencias en los espacios públicos. Como sucede en Londres o en París. El Código de Convivenciaf porteño fue escrito con las mejores intenciones, pero no funciona con una Justicia copada por jueces sacapresos", dice.
"En la ciudad, hay cosas para respetar y mejorar, como el Metrobus. Otras para revisar, como el trazado de las bicisendas. Pero lo que hay que reformar es la política de seguridad: desde la pelea al narcotráfico hasta la situación de los «trapitos»", insiste Nielsen, que cerró ayer su campaña con un raid radial y televisivo.
El domingo esperará los resultados en las oficinas de Diego Kravetz, primer candidato a legislador de su lista. Massa tenía previsto viajar a Neuquén.

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